Imitadores de la epilepsia

🤔Ten en cuenta que existen otros trastornos con rasgos clínicos que son fácilmente confundibles con crisis epilépticas. Por eso un correcto diagnóstico diferencial con las crisis de origen epiléptico cobra gran sentido. 👀

 

Diagnóstico diferencial

Se nos plantea la Obligación de un diagnóstico diferencial.

Causas de error

Información incorrecta. Dificultades del paciente, de los familiares o personas que presenciaron el episodio para expresar o describir con exactitud lo sucedido.

Valoración e interpretación de los antecedentes familiares. No porque tenga un familiar con epilepsia, el cuadro clínico tiene que ser un trastorno epiléptico.

Los registros electroencefalográficos suelen ser una de las principales causas de error. IMPORTANTE: Deben ser realizados e interpretados por personal especializado en estas pruebas.

Frecuentemente, en las crisis epilépticas se nos plantea una obligación de un diagnóstico diferencial con fenómenos paroxísticos no epilépticos. Algo que define a los fenómenos paroxísticos es su brusca aparición, curso recurrente y breve duración. El reconocimiento de sus características clínicas nos permitirá no sólo un correcto “diagnóstico diferencial” con las crisis de origen epiléptico, sino que nos proporcionará una adecuada aproximación diagnóstica y terapéutica. 

Debemos tener en cuenta todos aquellos procesos mórbidos y transitorios que cursan con una alteración del nivel de conciencia en cualquier grado o síntomas episódicos motores, sensitivos, sensoriales o psíquicos, antes de dar un diagnóstico de epilepsia.

Diagnóstico diferencial en Niños 

Además de entidades propias de los adultos mencionaremos algunos cuadros, que por su prevalencia en la infancia, es preciso conocer para su correcta identificación y evitar confundir con crisis de origen epiléptico. El espasmo del sollozo es relativamente frecuente (5%) en la población infantil entre los 6 meses y 5 años. En el curso de un acceso de llanto súbito, después de una espiración prolongada el niño entra en apnea, presenta cianosis facial, y aunque en la mayoría de las ocasiones rompe a llorar de nuevo, es posible que pierda el conocimiento, presente hipotonía, e incluso hipertonía y sacudidas breves.

La duración del episodio es breve (desde segundos a 1-2 minutos) y la recuperación es espontánea e inmediata sin confusión posterior. El síndrome de Sandifer se caracteriza por la triada de reflujo gastroesofágico, tortícolis y posturas distónicas paroxísticas, generalmente con desviación cefálica y ocasionalmente opistótonos. Los ataques de estremecimiento son episodios que recuerdan a una tiritona, a veces con mioclonías asociadas, que aparecen en niños pequeños por debajo de los 2 años. Pueden ser espontáneos o desencadenados por estímulos táctiles, visuales o la alimentación. El niño puede detener su actividad aunque no se desconecta del medio. 

SÍNCOPE (DESMAYO)

Pérdida transitoria de la consciencia. Ocurre cuando hay una caída abrupta del flujo sanguíneo y del suministro de oxígeno al cerebro. (Síncope vasovagal, crisis anóxico-reflejas, espasmos del sollozo, intolerancia ortostática, intervalo QT largo y síncope cardíaco).

TRASTORNOS DEL SUEÑO

Trastornos rítmicos del movimiento durante el sueño, espasmos hipnagógicos, parasomnias, trastornos del sueño REM, Mioclonias hipnagogicas o hipnopompicas, mioclonia benigna del sueño neonato, movimientos periódicos de las piernas, narcolepsia- cataplexia

TRASTORNOS PARÓXICOS DEL MOVIMIENTO

Tics, estereotípias, ataxias episódicas, hemiplejia alternante, hiperplexia, síndrome de opsoclono-mioclono…

***Muchos trastornos pueden aflorar mediante movimientos “anormales”, que pueden ser malinterpretados si no realizamos una adecuada historia clínica.

TRASTORNOS ASOCIADOS CON LA MIGRAÑA

Migraña con aurora visual, migraña hemipléjica familiar, tortícolis paroxística benigna, vértigo paroxístico benigno, vómitos cíclicos.

TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO, PSICOLÓGICOS Y PSIQUIÁTRICOS

Ensoñación/inatención, rabietas y reacciones de ira, ataques de pánico, estados disociativos, crisis no epilépticas, alucinaciones en desordenes psiquiátricos, enfermedad fabricada o ficticia.